El derecho a la educación lleva implícito un derecho a acceder a la cultura de forma libre. A lo largo de los siglos numerosos artistas han generado creaciones que forman parte de la Historia del Arte Universal. Es el derecho a la educación, el que también nos brinda un derecho moral de acceso a la creación a través de los siglos y por lo tanto el acceso a la cultura.
La historia del arte, durante largos años, estuvo destinada a unos pocos que eran capaces de apreciar la riqueza y belleza de las piezas artísticas que encontraban, saqueaban o poseían. Aunque muchos, nos hemos acercado al arte, en el incio, a través del colegio o visitas esporádicas al museo, un alto porcentaje ha conseguido acercarse al arte también a través de la televisión, las bibliotecas plagadas de libros ilustrados, los estudios especializados, los libros especializados, catálogos de museos y la última incorporación a este mundo de conocimiento ha sido Internet.
En este sentido, y a nivel mundial, me refiero en el ámbito de la educación y la cultura existen organismos como la UNESCO, destinado a promocionar la paz a través de la educación y la cultura. En este camino se abre un interesante recorrido, que no seguiré ya que quiero centrarme en cómo afectan los derechos de autor a ese derecho a la educación.
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