domingo, 5 de abril de 2009

El derecho moral, no da de comer



Los seres humanos somos complicados. Tenemos que aportar a cada actividad, reacción, sensación o evolución, mil y una descripciones posibles, asociaciones y obligaciones.
Pero el tema que nos centra es el de los derechos y en este caso, el único derecho de autor que jamas puede robársele es el derecho moral.
Este derecho, no da ningún derecho a comer de tus derechos.

¿De qué se alimenta un artista? Pues si lo planteamos en términos de mercado capitalista, un músico se alimenta del éxito, porque si no existe éxito, parece no existir alimento disponible, aunque sí derecho moral por haber creado una obra.

Como decía antes la cosa es complicada, porque, tenemos al músico, que en este caso es compositor de sus temas. Existen otros casos, en los que el compositor es otro, por lo que el derecho de autor recae sobre un tercero que no sale al escenario, ni hace entrevistas, etc.


Si analizamos la industria musical, encontraremos una gran cantidad de elementos cercanos al autor y que trabajan en el proceso de edición y promoción del disco que finalmente saldrá al mercado.

El autor (que puede pertenecer al grupo o no, también se puede ser autor solo de la música o de la música y de la letra, o solo de la letra)
El grupo (o lo que serían los intérpretes y ejecutantes = músicos)
La discográfica (que gestiona todo el proceso de edición y promoción del disco)
Manager (que se encarga de la búsqueda de conciertos, así como de situar al grupo en los lugares adecuados para una buena promoción)
Fábrica (que es la que edita la copia física del cd o vinilo)
Distribuidora (que es la que distribuye los discos físicos o digitales a través de la red de tiendas físicas y digitales disponibles)
Entidad de Gestión de Derechos (que son las que recogen los derechos en todo el proceso de producción de la obra y continuan durante el resto de la vida del autor y hasta 70 años después de su muerte)
Además, existen servicios adicionales y necesarios que en muchos casos suelen ser subcontratados, como: la grabación en estudio, el mastering, la promoción, el sonido en el bolo, road-manager, ....

En cada una de las artes, estas figuras aparecen con nombres parecidos y funciones similares a cubrir 'necesidades de los artistas' para ayudarlos a conseguir alimentarse de su trabajo más allá del derecho moral.

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