domingo, 5 de abril de 2009

¿Qué come un autor?


Los autores no siempre se alimentan de sus creaciones. A lo largo de la historia existen diversos ejemplos de autores o creadores que no han sido capaces de alimentarse de su trabajo y o bien, han sido descubiertos después de su muerte, o bien, han sido manipulados por diversos intermediarios que los han privado del supuesto privilegido de vivir de lo que uno es capaz de hacer.

Este asunto, es tenebroso y está lleno de curvas: galerías, programadores, discográficas, compañías de teatro, estudios de cine, productoras, editoriales, distribuidoras, librerías, salas de conciertos, festivales, publicidad, promoción, organismos públicos, obras sociales, mercado del arte, industrias culturales, y un largo de etc de entidades, empresas, colectivos, sectores y actividades que se encuentran directamente relacionadas con el proceso de creación y su llegada al público, así como el difuso escenario en el que se encuentra el alimento del autor.

Aunque no descarto desarrollar este tema de forma minuciosa en cada una de las disciplinas artísticas, o actividades en las que se organizan las industrias culturales, voy a centrarme en la industria musical para explicar todo este enredo.

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